Una de las lecciones maestras de mi taita que moldearon mi pensamiento crítico y disruptivo fue en cuestionar cualquier información, teniendo presente parámetros que no considera el común de los receptores.
Periodista colegiado, y lector en inglés de las noticias que brindaba el cable, traduciéndolas para su uso en el diario Tarapacá, entre otros trucos me enseñó a leer entre líneas; y el conocimiento de calentar lentamente el agua del caldero para que no nos demos cuenta de estar siendo cocinados también se lo debo.
Hoy, la gente de edad se pregunta como se ha llegado a trastocar tan radicalmente valores a grado tal que las nuevas generaciones no consideran como ellos preocupantes, sino parte de la nueva normalidad.
Si hubiese raya para la suma ¿vivimos en un mundo mejor para el humano, las demás formas de vida, y para el mismísimo planeta?
No es que crea que aún podemos hacer algo, de hecho creo ya somos muertos vivientes; pero aún así, no se debe morir inconciente de esta manipulación maniquea de la mente, voluntad y sino de la humanidad.
El desprogramarse, para alguien que se cree inteligente más allá de la media, no es menos dificil, sino paradójicamente requiere aún más esfuerzo.
No diré qué esta mal, solo enfatizo que hay una manera de abordar el mal con cierto caracter heredado que puedes seguir cultivando y aportando a futsgens.
Aquí dejo un petit bouché...
https://youtu.be/nULJdZODrd4