devoro todo en el horizonte de sucesos
antes de su destino de uniformidad.
Todo es asunto de tiempos, espacios,
de identificaciones, de danzas con Maya,
del juego infinito, que lo es para los que lo saben.
Kairós se deleita en el humano soñar,
mientras Kronos haciendo lo propio
abre el camino a la vastedad de Aión.