En mágico lugar llega el recuerdo de aquella ibérica,
hermosa flor del santo ramo.
Se cierra el círculo con el cálido abrazo de la matriarca
y el recuerdo se vuelve un juguetón destello de luz.
Sentados se charla de siembras, siegas
y exóticos frutos de las eras de la vida.
Deja una pista el ente alón,
luego márchase con sus paisas
a húmedas quebradas de Febrero.